Caja de Jubilaciones de Córdoba. El show debe continuar
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- 19 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
“CAJA DE JUBILACIONES: EL SHOW DEBE CONTINUAR”. ESCRIBE: ADOLFO STRUCK
Un cordobés tipo frota la lámpara de Aladino y pide 3 deseos:
Ser empleado municipal o de Epec; que De la Sota lo jubile joven y obtener su beneficio jubilatorio a través de la Caja de provincial. Este último deseo lo pide pensando que va a percibir 4 veces lo que cobra un pasivo nacional.
¿Cómo se sostiene este sueño? Con un déficit de la entidad previsional cercano a los 1.400 millones anuales hoy, y proyectado para el 2020 de 1.750 millones.
La historia previsional de nuestra provincia tuvo varios momentos difíciles, sobre todo durante la gobernación de Ramón Mestre, quién adoptó medidas muy poco felices tanto para pasivos como para aportantes.
Para los pasivos, el mestrismo subió la edad jubilatoria de hombres y mujeres en cuatro años, y cambió la forma de cálculo del 82% móvil, lo que supuso en los hechos una baja de los haberes.
En relación a los activos, la Cajita Feliz de Mestre tenía otra sorpresita: el Fondo Complementario que se constituyó con aportes excepcionales del 7% de los salarios de los trabajadores del sector público cordobés. Mientras el aporte jubilatorio general es del 11 por ciento, los servidores públicos cordobeses pasaron a aportar el 18 por ciento de su sueldo básico. Situación que no sufrió modificaciones hasta la fecha.
Después vino De la Sota y empezó la fiesta.
Primero sancionó la ley de Modernización del Estado, que posibilitó la pasividad anticipada de los agentes de la administración con 10 años menos de aportes que los mínimos.
Después restituyó los cuatros años que Mestre quitó, para que los hombres se jubilen a los 58 y las mujeres a los 55. Además concedió que las personas con seis años menos de servicio y edad se jubilaran con el 82% móvil. Esto hizo que personas de 44 años se jubilaran con la ordinaria.
Los gremios contentos con la rosca.
De la Sota tenía 20.000 empleados menos con los que lidiar y la Caja de Jubilaciones atajó el penal.
Entre 1999 y 2005 la caja pasó de tener 64.000 beneficiarios a 89.000.
Fruto de clientelismo y uso político de la caja, hoy la provincia tiene más de 90.000 jubilados y paga un básico promedio de 5.310 pesos, un 109 % del salario promedio de los activos públicos.
La pregunta del millón es: ¿Cómo será el futuro de los jubilados cordobeses?
SEGUNDA PARTE
Durante el gobierno de Juan Schiaretti el despilfarro delasotista empezó a mostrar sus consecuencias más directas, el rojo permanente de las cuentas de la caja pasó a ser una noticia frecuente.
El último informe presentado en la legislatura provincial por el titular de la entidad jubilatoria, Osvaldo Giordano, en Mayo de 2011 arroja los siguientes números:
La Caja tiene 90.960 pasivos a su cargo.
El beneficio promedio es de 5.310 pesos. Esto contempla desde el haber mínimo de $1.500 hasta el haber promedio de los ex jueces cordobeses que asciende a los 15.300 pesos.
El total de prestaciones, es decir jubilaciones y pensiones, determina una erogación mensual de 483 millones de pesos.
Uno de los aspectos más preocupantes a futuro para la entidad previsional cordobesa es la relación entre activos aportantes y pasivos.
Los informes desde el 2009 advierte que por cada jubilado hay 1,9 trabajadores, cuando la ecuación ideal es 3 aportantes por pasivo.
El combo de jubilaciones más altas que sueldos, sumado a la relación cada vez más desfavorable entre aportantes y beneficiarios, hace cada vez menos sustentable el sistema previsional provincial.
El déficit se viene sosteniendo con aportes de la ANSES mediante convenios de Armonización que están sujetos vaivenes políticos y a veces con recaudación impositiva provincial.
De la Sota intenta hacer buenas migas con la presidenta para que no le corten los víveres para la caja; mientras que Schiaretti cada vez que se peleó con el gobierno nacional fue a patalear a la Corte Suprema.
El futuro de la caja es muy incierto y la armonización que exige la ANSES a cambio de no cerrar el grifo le pone en duda qué entidad pueda sostener los generosos haberes cordobeses en el tiempo.
Lo más peligroso que podría ocurrir es que la solución delasotista al problema implique un aumento del nivel endeudamiento de la provincia.
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