El sistema educativo cordobés… que nos parió
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- 18 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
CORAZÓN DE TIZA Y PIZARRON, EL SISTEMA EDUCATIVO QUE NOS PARIÓ. ESCRIBE: DANIEL PERALTA
Se puede fijar el año 1884 como el nacimiento del actual sistema educativo argentino.
El padre de la criatura se llamó Domingo Faustino Sarmiento, el mismo de civilización o barbarie.
Gobernaba el país en aquel entonces el artífice de la conquista del desierto Julio Argentino Roca.
La ley 1420 es la que funda la educación obligatoria, gratuita y laica.
Es la norma también que aspira a lograr un estado como el que quería Sarmiento, un modelo estadounidense del cual se había enamorado cuando visitó el norte de nuestro continente en 1847 y apreció las bondades del capitalismo emergente.
Cuando 1852 se hizo cargo de gobernar el país, no existía el Estado.
Su objetivo principal fue consolidarlo, doblegando a los poderes locales y a los pueblos originarios.
Una tarea dura y poco grata, que lo manchó de sangre, aunque la historia muchas veces se encargó de limpiarlo.
Para formar la escuela que nos parió como ciudadanos, Domingo Faustino trajo a maestras desde Estados Unidos para que dirigieran las escuelas Normales de la República, ellas fueron pioneras en la formación del Sistema Educativo Argentino.
La palabra normal puede hacer ruido, pero justamente ese era el objetivo, “normalizar”, hacer a todos iguales, tanto al inmigrante recién llegado a estas pampas como así también al criollo, de lo contrario la barbarie nos alejaría del ambicioso modelo de país moderno, europeizado, republicano y progresista.
La historia educativa de nuestro país y de otros países latinoamericanos ofrece muchas experiencias de modelos copiados de Europa o estados unidos que llevaron a la negación de nuestra identidad, provocando así cambios violentos en las nuevas generaciones.
¿Será esta una de las causas de la denominada crisis de le educación? ¿Cuándo entró en crisis el sistema?
En la segunda parte del informe ahondaremos en la crisis de la escuela corazón de tiza y pizarrón.
SEGUNDA PARTE
Sin educación ningún país puede apreciarse como tal.
Pero…¿ de dónde viene la actual crisis?
Muchos especialistas coinciden en que el estado creó un sistema para la modernidad y hoy, en el siglo 21 en plena posmodernidad, aquellas ideas revolucionarias para el siglo 19 parecen muy vetustas.
Hay que señalar que el sistema no sufrió muchos cambios comparándose con la historia pedagógica de otros países.
En el siglo 20 se fue produciendo lentamente una descentralización de la educación la cual tuvo su corolario en 1993 durante la presidencia de Carlos Menem, cuando el Gobierno Federal delega la responsabilidad educativa en manos de los Estados Provinciales quienes desde ese momento son los responsables de las escuelas y todo lo que pase en ellas.
Con las reformas de los 90 la escuela secundaria ofrecía una amplia variedad de materias que no se podían cubrir con egresados de los profesorados, comienza a afianzarse así un fenómeno que hoy lleva a que un sesenta por ciento de quienes ejercen la docencia no tengan formación pedagógica.
Abogados, ingenieros, arquitectos, contadores, comunicadores sociales y hasta médicos eligen incorporarse a la docencia en el mejor de los casos, pero la mayoría lo hace por la precarización laboral o falta de trabajo en sus áreas profesionales.
Otro factor para poner en la lupa es el de la vocación docente, en Córdoba en los últimos años existen materias como Lengua, Inglés y Geografía que no se están cubriendo con docentes de esa rama y se debe acudir a títulos supletorios, un maestro de primaria puede terminar cubriendo una materia o alumnos de profesorados que aún no culminaron su formación son llamados para cubrir horas en el nivel medio.
La docencia siempre fue vista como un servicio, casi como un acto heroico de almas nobles, sin embargo el corazón de tiza y pizarrón, el paradigma del educador abnegado que dejaba todo por instruir al pueblo quedó atrás.
Hoy existen muchas personas que deciden abandonar la docencia por la actividad privada, otros que estando en ella debieron pasar a tareas pasivas o jubilarse anticipadamente por presentar algún problema psiquiátrico.
En esta historia de volver al pasado y mirar el presente hay algo que llama la atención, imaginemos por ejemplo a un médico operando a finales del siglo 19, ¿cómo habrá sido operar sin aquellos elementos que hoy garantizan la sobrevida en la mayoría de las cirugías?.
En el caso de los docentes, a 127 años de sancionada la ley que hoy rige la educación de los niños, jóvenes y adultos de nuestro país, cuentan con las mismas armas que en aquellos años: una tiza y un pizarrón.
El sistema, que a veces es mencionado por el cuerpo docente como una especie de monstruo , el cual cambia de cabeza de acuerdo al gobernante de turno, es el responsable dicen.
Algo pasó y sigue pasando para que los cambios trascendentales no se produzcan en la educación que al parecer viaja en carruaje cuando la sociedad y la cultura juvenil a la velocidad de un avión.
CORAZÓN DE TIZA Y PIZARRON, EL SISTEMA EDUCATIVO QUE NOS PARIÓ. ESCRIBE: DANIEL PERALTA
Se puede fijar el año 1884 como el nacimiento del actual sistema educativo argentino.
El padre de la criatura se llamó Domingo Faustino Sarmiento, el mismo de civilización o barbarie.
Gobernaba el país en aquel entonces el artífice de la conquista del desierto Julio Argentino Roca.
La ley 1420 es la que funda la educación obligatoria, gratuita y laica.
Es la norma también que aspira a lograr un estado como el que quería Sarmiento, un modelo estadounidense del cual se había enamorado cuando visitó el norte de nuestro continente en 1847 y apreció las bondades del capitalismo emergente.
Cuando 1852 se hizo cargo de gobernar el país, no existía el Estado.
Su objetivo principal fue consolidarlo, doblegando a los poderes locales y a los pueblos originarios.
Una tarea dura y poco grata, que lo manchó de sangre, aunque la historia muchas veces se encargó de limpiarlo.
Para formar la escuela que nos parió como ciudadanos, Domingo Faustino trajo a maestras desde Estados Unidos para que dirigieran las escuelas Normales de la República, ellas fueron pioneras en la formación del Sistema Educativo Argentino.
La palabra normal puede hacer ruido, pero justamente ese era el objetivo, “normalizar”, hacer a todos iguales, tanto al inmigrante recién llegado a estas pampas como así también al criollo, de lo contrario la barbarie nos alejaría del ambicioso modelo de país moderno, europeizado, republicano y progresista.
La historia educativa de nuestro país y de otros países latinoamericanos ofrece muchas experiencias de modelos copiados de Europa o estados unidos que llevaron a la negación de nuestra identidad, provocando así cambios violentos en las nuevas generaciones.
¿Será esta una de las causas de la denominada crisis de le educación? ¿Cuándo entró en crisis el sistema?
En la segunda parte del informe ahondaremos en la crisis de la escuela corazón de tiza y pizarrón.
SEGUNDA PARTE
Sin educación ningún país puede apreciarse como tal.
Pero…¿ de dónde viene la actual crisis?
Muchos especialistas coinciden en que el estado creó un sistema para la modernidad y hoy, en el siglo 21 en plena posmodernidad, aquellas ideas revolucionarias para el siglo 19 parecen muy vetustas.
Hay que señalar que el sistema no sufrió muchos cambios comparándose con la historia pedagógica de otros países.
En el siglo 20 se fue produciendo lentamente una descentralización de la educación la cual tuvo su corolario en 1993 durante la presidencia de Carlos Menem, cuando el Gobierno Federal delega la responsabilidad educativa en manos de los Estados Provinciales quienes desde ese momento son los responsables de las escuelas y todo lo que pase en ellas.
Con las reformas de los 90 la escuela secundaria ofrecía una amplia variedad de materias que no se podían cubrir con egresados de los profesorados, comienza a afianzarse así un fenómeno que hoy lleva a que un sesenta por ciento de quienes ejercen la docencia no tengan formación pedagógica.
Abogados, ingenieros, arquitectos, contadores, comunicadores sociales y hasta médicos eligen incorporarse a la docencia en el mejor de los casos, pero la mayoría lo hace por la precarización laboral o falta de trabajo en sus áreas profesionales.
Otro factor para poner en la lupa es el de la vocación docente, en Córdoba en los últimos años existen materias como Lengua, Inglés y Geografía que no se están cubriendo con docentes de esa rama y se debe acudir a títulos supletorios, un maestro de primaria puede terminar cubriendo una materia o alumnos de profesorados que aún no culminaron su formación son llamados para cubrir horas en el nivel medio.
La docencia siempre fue vista como un servicio, casi como un acto heroico de almas nobles, sin embargo el corazón de tiza y pizarrón, el paradigma del educador abnegado que dejaba todo por instruir al pueblo quedó atrás.
Hoy existen muchas personas que deciden abandonar la docencia por la actividad privada, otros que estando en ella debieron pasar a tareas pasivas o jubilarse anticipadamente por presentar algún problema psiquiátrico.
En esta historia de volver al pasado y mirar el presente hay algo que llama la atención, imaginemos por ejemplo a un médico operando a finales del siglo 19, ¿cómo habrá sido operar sin aquellos elementos que hoy garantizan la sobrevida en la mayoría de las cirugías?.
En el caso de los docentes, a 127 años de sancionada la ley que hoy rige la educación de los niños, jóvenes y adultos de nuestro país, cuentan con las mismas armas que en aquellos años: una tiza y un pizarrón.
El sistema, que a veces es mencionado por el cuerpo docente como una especie de monstruo , el cual cambia de cabeza de acuerdo al gobernante de turno, es el responsable dicen.
Algo pasó y sigue pasando para que los cambios trascendentales no se produzcan en la educación que al parecer viaja en carruaje cuando la sociedad y la cultura juvenil a la velocidad de un avión.
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