Urquia ”El Aceitoso” con tren carguero
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- 25 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
ROBERTO URQUÍA, EL ACEITOSO, DE GENERAL DEHEZA, SE ACEITÓ
CON EL TREN CARGUERO. ESCRIBE: LÁZARO LLORENS
Muy a menudo, a la política llegan audaces y grandes
empresarios.
Arriban a la función pública no para defender los
intereses de quienes lo votaron, sino los
de sus negocios.
En Córdoba, un clásico es el aceitero Roberto Urquia,
alias “El Aceitoso”. Propietario de
Aceitera General Deheza, y poseedor de un
patrimonio que supera los 125 millones de pesos, hasta el 2009.
Urquía fue senador nacional por el peronismo, donde llegó
a ocupar la presidencia de la Comisión de Economía.
Desde ese estratégico cargo, el empresario aceitero se
las ingenió para obtener jugosas leyes, que beneficiaron sus grandes negocios
todos relacionados con la exportación de granos y el Estado.
Una de ella, y de la cual hablaremos en este programa,
fue la renegociación del tren carguero NCA (Nuevo Central Argentino).
El NCA, compuesto por una extensa red ferroviaria que
pisa fértiles suelos argentinos, es propiedad Estado Nacional pero actualmente,
por una concesión otorgada en los 90 por su amigo Domigo Cavallo y Carlos
Menem, Urquía -“el Aceitoso”. lo controla de manera exclusiva a gusto y
piacere.
Precisamente, la renegociación de este contrato del tren
NCA, que fue incumplido en múltiples aspectos por Urquia y, fue lo que obtuvo gracias a su banca como senador
oficialista.
Esta renegociación,
aprobada por el congreso y cristalizada en el 2009, derivó en un rosario
de beneficios para el empresario, que con el préstamo de su avión particular,
apoyó públicamente la campaña de José Manuel de la Sota, seguramente con el
propósito de obtener otras prebendas.
PRIMERA PARTE
Decíamos que Roberto Urquìa de Aceitera General Deheza
logró la renegociación del contrato del tren NCA, tren carguero Nuevo Central Argentino.
Con este tren se exportan miles de toneladas de granos
por año.
Se exportan también las miles de toneladas de oro, plata
y otros numerosos minerales extraídos en
la minera a cielo abierto Bajo La Lumbrera.
¿ Qué logró Roberto Urquía, “El aceitoso” ?:
• Condonación de deuda.
NCA, adeudaba 107 millones de pesos por inversiones no
realizadas, no pago de canon y multas.
Con la renegociación consiguió, primero la pesificación
la deuda, luego su reducción de
Y finalmente su desaparición tras establecer en el
contrato que esos 60 millones que tren carguero debía pagar en un plazo de 18
años, fuesen pagados con inversiones en infraestructura y material rodante, sin
ninguna indexación.
• Reducción del cánon
Al poco tiempo de obtener la concesión, NCA dejó de pagar
el cánon por la explotación de
con el Estado de 20 millones de pesos.
La renegociación estipuló que el canon, a partir de
ahora, será del 3% de su facturación (unos 10 millones de pesos), de los cuales
la empresa sólo pagará en efectivo el 30%.
El saldo, el tren carguero lo destinará a financiar obras
de infraestructura ferroviaria y material rodante en su propia línea. O sea,
todo queda en casa.
Nuevos servicios
Con esta renegociación, se ratificó a NCA como empresa
operadora de servicios interurbanos de pasajeros.
En el contrato original la empresa de Urquía no podía
brindar este tipo de servicios.
• Subsidios estatales
El contrato original establecía que el Estado no podía
otorgar ningún tipo de subsidio al NCA.
Ahora, con las modificaciones al contrato, logró que el
Estado le garantizara 195 millones de pesos para el “fortalecimiento de la
infraestructura de los corredores interurbanos de pasajeros”.
• Nuevas redes
Se trasfirieron a NCA nuevos ramales e inmuebles, que no
estaban en el contrato original.
La concesión original era de
de vías y ahora se extenderá a
• Usufructo de bienes
Tras
puede explotar y suscribir contratos sobre los bienes e inmuebles que
tiene bajo su concesión, incluyendo espacio aéreo y subsuelo, algo que venía
reclamando desde hace años la empresa de Urquía y el contrato original
prohibía.
El contrato original había sido aprobado en 1992 por
Menem y Domingo Cavallo –intimo amigo de Urquía–.
A fines de los 90
de la Nación comprobó que Urquía, entre otros incumplimientos, no había pagado
el canon correspondiente, había incumplido en un 73% las inversiones comprometidas,
no había permitido la participación accionaria de los trabajadores en la
empresa, no había reparado los kilómetros de vías comprometidos y canibalizaba
las locomotoras concedidas por el Estado como fuente de repuestos.
Pese a ello,
este estratégico tren, cuyos ramales se expanden sobre la cuenca sojera
argentina.
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