En el mundo de los ciegos mandan los que ven
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- 19 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
EN EL MUNDO DE LOS CIEGOS, MANDAN LOS QUE VEN. ESCRIBE: MARTIN MENDITTO
Bajo la administración del gobierno provincial funcionan tres instituciones especialmente dedicadas a la discapacidad visual:
El Instituto Hellen Keller, el “Centro de Rehabilitación para Ciegos Adultos Julián Baquero” y la Biblioteca Provincial para Discapacitados Visuales.
Todas ellas fueron ideadas y fundadas por personas ciegas, pero en la actualidad ninguna está dirigida por un invidente.
Esto desnuda una forma de acción que ha tenido continuidad a través de los años.
Hay una línea histórica, que nos permite apreciar con más claridad algunas penosas coincidencias.
En 1945, por iniciativa del Maestro Marcelo López (persona ciega) e integrantes de la familia Remonda, se fundó el “Instituto Provincial de Ciegos” (actualmente conocido como Instituto Hellen Keller), con la intención de brindar educación y rehabilitación a personas de todas las edades con agudas deficiencias visuales.
En 1955, el Maestro López ejercía la dirección de la institución, pero la llegada al poder de la Revolución Libertadora lo destituyó de su cargo, que fue ocupado por la Sra. Susana Crespo, una persona con vista normal.
Desde entonces el Instituto Hellen Keller no volvió a ser dirigido por una persona ciega.
Años después, se decidió que la mencionada institución se dedicara exclusivamente a los niños con discapacidad visual, desentendiéndose de los adultos.
SEGUNDA PARTE
En ese contexto, la Asociación Pro Ciegos de Córdoba (AProCiC) logró en 1959, la fundación del “Hogar-Taller Para Ciegos Adultos Julián Baquero” con el fin de otorgar educación, rehabilitación e inserción laboral a los discapacitados visuales.
En diciembre de 1976, otra dictadura, en este caso el Proceso de Reorganización Nacional, obligó a la profesora María Aurora Armas (persona invidente) a dejar su cargo de Directora en ese Instituto, que ahora se llama “Centro de Rehabilitación para Ciegos Adultos Julián Baquero”, que desde ese entonces, tampoco volvió a tener un Director discapacitado visual.
En septiembre de 1992 se promulgó la Ley Provincial 8201, que dispone la creación de la Biblioteca Provincial para Discapacitados Visuales, que es un proyecto ideado por dos personas ciegas: el Maestro Osvaldo Poblete y el Sr. Aldo Ceballos.
Desde el 93 hasta el 2003 la biblioteca fue conducida por el Licenciado Fabián Fenández León, quien fue sucedido en su cargo por el Maestro Poblete hasta 2006
Desde octubre de 2003 hasta diciembre de 2006 estuvo dirigida por el Maestro Poblete.
Si bien la salida de Poblete se dio en una época democrática, los métodos utilizados para sacarlo, tranquilamente encuadrarían en el modus operandis de una dictadura.
En épocas oscuras o de modos oscuros, se ha desplazado a las personas con discapacidad visual de los cargos legítimamente conseguidos.
En la actualidad, los institutos nombrados ni siquiera cuentan con profesores ciegos, porque a las personas con ceguera no les está permitido cursar el “Profesorado en Educación y Rehabilitación de Personas con Discapacidad Visual” que se dicta en el Instituto Cabred, paradójicamente, unos de sus fundadores fue el Maestro Marcelo López.
En nuestra provincia, nos debemos un gran debate acerca de la discapacidad y la forma de integrarla para que las personas que la padecen logren desarrollar el máximo de sus capacidades físicas y mentales.
El primer paso para que esto ocurra es el respeto y la justa valoración a las tareas que cumplen.
EN EL MUNDO DE LOS CIEGOS, MANDAN LOS QUE VEN. ESCRIBE: MARTIN MENDITTO
Bajo la administración del gobierno provincial funcionan tres instituciones especialmente dedicadas a la discapacidad visual:
El Instituto Hellen Keller, el “Centro de Rehabilitación para Ciegos Adultos Julián Baquero” y la Biblioteca Provincial para Discapacitados Visuales.
Todas ellas fueron ideadas y fundadas por personas ciegas, pero en la actualidad ninguna está dirigida por un invidente.
Esto desnuda una forma de acción que ha tenido continuidad a través de los años.
Hay una línea histórica, que nos permite apreciar con más claridad algunas penosas coincidencias.
En 1945, por iniciativa del Maestro Marcelo López (persona ciega) e integrantes de la familia Remonda, se fundó el “Instituto Provincial de Ciegos” (actualmente conocido como Instituto Hellen Keller), con la intención de brindar educación y rehabilitación a personas de todas las edades con agudas deficiencias visuales.
En 1955, el Maestro López ejercía la dirección de la institución, pero la llegada al poder de la Revolución Libertadora lo destituyó de su cargo, que fue ocupado por la Sra. Susana Crespo, una persona con vista normal.
Desde entonces el Instituto Hellen Keller no volvió a ser dirigido por una persona ciega.
Años después, se decidió que la mencionada institución se dedicara exclusivamente a los niños con discapacidad visual, desentendiéndose de los adultos.
SEGUNDA PARTE
En ese contexto, la Asociación Pro Ciegos de Córdoba (AProCiC) logró en 1959, la fundación del “Hogar-Taller Para Ciegos Adultos Julián Baquero” con el fin de otorgar educación, rehabilitación e inserción laboral a los discapacitados visuales.
En diciembre de 1976, otra dictadura, en este caso el Proceso de Reorganización Nacional, obligó a la profesora María Aurora Armas (persona invidente) a dejar su cargo de Directora en ese Instituto, que ahora se llama “Centro de Rehabilitación para Ciegos Adultos Julián Baquero”, que desde ese entonces, tampoco volvió a tener un Director discapacitado visual.
En septiembre de 1992 se promulgó la Ley Provincial 8201, que dispone la creación de la Biblioteca Provincial para Discapacitados Visuales, que es un proyecto ideado por dos personas ciegas: el Maestro Osvaldo Poblete y el Sr. Aldo Ceballos.
Desde el 93 hasta el 2003 la biblioteca fue conducida por el Licenciado Fabián Fenández León, quien fue sucedido en su cargo por el Maestro Poblete hasta 2006
Desde octubre de 2003 hasta diciembre de 2006 estuvo dirigida por el Maestro Poblete.
Si bien la salida de Poblete se dio en una época democrática, los métodos utilizados para sacarlo, tranquilamente encuadrarían en el modus operandis de una dictadura.
En épocas oscuras o de modos oscuros, se ha desplazado a las personas con discapacidad visual de los cargos legítimamente conseguidos.
En la actualidad, los institutos nombrados ni siquiera cuentan con profesores ciegos, porque a las personas con ceguera no les está permitido cursar el “Profesorado en Educación y Rehabilitación de Personas con Discapacidad Visual” que se dicta en el Instituto Cabred, paradójicamente, unos de sus fundadores fue el Maestro Marcelo López.
En nuestra provincia, nos debemos un gran debate acerca de la discapacidad y la forma de integrarla para que las personas que la padecen logren desarrollar el máximo de sus capacidades físicas y mentales.
El primer paso para que esto ocurra es el respeto y la justa valoración a las tareas que cumplen.
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