Fernando Aimaretto, el López Rega de De la Sota
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- 20 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
EL LÓPEZ REGA DE DE LA SOTA. DENUNCIADO PENALMENTE EN LA JUSTICIA Y CONSIDERADO EL CENSOR DEL PERIODISMO CORDOBÉS. SILENCIA A LA TOTALIDAD DE LOS FUNCIONARIOS Y LEGISLADORES DE CÓRDOBA. ESCRIBE: LÁZARO LLORENS
Nadie lo voto y tiene oscuros antecedentes como periodista, sin embargo es el amo y señor de del discurso oficial en Córdoba. Ni siquiera la vice gobernadora de la provincia Alicia Pregno puede pronunciar una vocal sin su aprobación. Mucho menos un ministro, un legislador o funcionario, que ante una pregunta fuera de libreto se llaman a silencio a la espera de sus órdenes.
Se trata de Fernando Jesús Aimaretto Stassi, ex jefe director del diario La Mañana y actual “Director General de Contenido y comunicación” del gobierno de De la Sota.
Los antecedentes de Fernando Jesús Aimaretto Stassi, -que curiosamente nunca mereció un editorial del diario La Voz del Interior como las que su director Carlitos Jornet saca contra el gobierno nacional-, están en la justicia.
En el 2010 el ex legislador Miguel Ortiz Pellegrini querelló a Aimaretto y Gabriel Osman, ex editor del diario La Mañana y al actual Jefe de Redacción del diario ultradelasotisa Alfil.
Osman hasta el día de hoy tiene su casa embargada por dicha causa penal.
En ella, un ex-periodista que trabajó durante tres años en el diario La Mañana, cuenta con lujos y detalles las increíbles prácticas periodisticas de su director Aimaretto, el denunciado Osman y Gustavo Bastos (ex jefe de redacción del diario, ex directivo periodístico de cadena 3, y actual funcionario De la Sota), cuando capitaneaban el diario La Mañana.
La denuncia, un verdadero compendio del antiperiodismo, entre otras cosas textualmente dice:
“Había notas forzadas, que al periodista cuando le daban el tema ya le habían dado el título. Había que escribir en base a lo que ese título decía, que ni siquiera sabían si era cierto o no lo que ese título decía”.
Los encargados de estas notas eran, los señores Gabriel Osman, Fernando Aimaretto, y Gustavo Bastos que la mayoría de las veces “usaban seudónimos porque no se hacían cargo de lo que decían, porque pensaban que podían tener un juicio, no había forma de chequear la veracidad de lo que se publicaba, y por eso los otros periodista del diario se negaban a escribir”.
“Cuando los periodistas rasos preguntaban porqué el ensañamiento con determinadas notas, nos decían que había notas que se publicaban por cuestiones personales. Esto decía Gabriel Osman y Fernando Aimaretto”.
El ex periodista del diario La Mañana, comenta además en su denuncia, que la mayoría de las veces, las notas de Osman y Aimaretto eran “producto de la información que pasaban “dateros” en las que se confiaba sin chequear, y que para protegerlos se usaban sobrenombres como “garganta profunda”.
“Celebraban cuando alguna radio levantaba una noticia, era como una victoria, y celebraban cuando tenían alguna repercusión en algún otro medio. Era una celebración muy efusiva, a los gritos, se abrazaban, estos festejos eran de Osman, Aimaretto y Bastos, el resto no”.
La labor del director Aimaretto, su jefe de redacción Bastos, y el editor Osman fue tan reñida con la ética y correcta labor profesional, que para obtener información intima sobre el cuestionado ex legislador Ortiz Pellegrini relacionado con su esposa, llegaron a apretar a un periodista de menor rango para acceder a una fuente, pedido al que el periodista se negó.
Claro que había una salida para todos aquellos que se negaban a ejercer este anti periodismo: la congeladora.
SEGUNDA PARTE
Lo curioso es que a la hora de conformar su nuevo gabinete, el gobernador De la Sota no solo no tuvo en cuenta estos antecedentes de Aimaretto, -dado que la causa aún sigue abierta y la casa de Osman embargada-, sino que por acción u omisión permitió que el ex director del La Mañana hiciera de su terrorismo editorial una política de estado.
En las elecciones para intendente de la ciudad de Rio Cuarto, Aimaretto, como lo hacía en La Mañana, lanzó una furibunda campaña sucia contra del intendente radical Juan Jure, en la que se hizo participar al cuartetero delasotista Carlos La Mona Jimenez.
“Aimaretto se dedicó a apretar periodistas y amenazar a los medios con retirarles la pauta oficial hecho que se concretó con varios medios. Cumplió una función patoteril que terminó perjudicando al entonces candidato De la Sota que hasta entonces tenía una muy buena relación con el periodismo de Río Cuarto” comentó el periodista de esa ciudad Hernán Vaca Navaja Al Avispero.
“Amenazas, malos modos, patoteadas, retiro de la pauta oficial. Aimaretto no sabe de sutilezas. Era capaz de llamar a una radio para putear y se peleó con prácticamente todos los periodistas de los medios de Rio Cuarto. Después le terminó echando la culpa a los periodistas de la derrota del peronismo” agregó Vaca Narvaja, pintando una escena muy similar a la que se vivía en el diario La Mañana cuando Aimaretto lo dirigía.
Su metodología volvió a estar en el tapete en agosto pasado, el día del niño, cuando la periodista de Canal 12 del grupo Clarín, Daniela Abrudsky denunció públicamente que por hacer una pregunta sobre los jubilados que no estaba pautada, Aimaretto la tomó de una pierna y la insultó.
Este hecho, curiosamente mereció un contundente repudio masivo menos del grupo Clarín, para los cuales Aburdsky trabaja, y que mensualmente se benefician de millones de pesos en pauta oficial que reparte a discreción Aimaretto, y que en un principio fue censurada por el propio Canal 12 por pedido de Aimaretto.
“No sé de qué se trata, le confieso que no estoy enterado” dijo el gobernador De la Sota, sobre esta denuncias de maltrato contra la periodista, a pesar que la noticia había corrido como reguero pólvora en muchos medio del país. “A veces lo que sale puede no ser cierto” añadió el mandatario, tirando un guiño a Aimaretto.
Pronto vendrá un nuevo informe de este nefasto personaje del Gobierno, con sus actividades privadas, sus vinculaciones religiosas, sus negocios televisivos y su cangurismo con el grupo Clarín: de enemigo a socio.
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