Cuarteterismo De La Sota. Tunga Tunga en las escuelas.
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- 18 de Abril de 2024
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PRIMERA PARTE
¿ HASTA DONDE LLEGARÁ EL CUARTETERISMO DEL GOBERNADOR DE LA SOTA… ¿ SE INCLUIRÁ EL TUNGA TUNGA COMO MATERIA DE ESTUDIO EN LAS ESCUELAS DE LA ISLA CORDOBESISTA ? ESCRIBE: MARTIN MENDITTO
Resulta desmedida esta extraña fascinación que ahora tiene De La Sota por el cuarteto.
Lo festeja con faraónicos carnavales, siembra estatuas de los próceres del tunga tunga dondequiera que haya un lugarcito.
Al negocio cuartetero, que genera millones de pesos por fin de semana, el gobernador insólitamente lo eximió de algunos impuestos, siendo los mayores beneficiados el clan de Emeterio Farías, actual presidente de Córdoba Deportes, y Carlos “La Mona” Jiménez, un cantante oficialista que subió a su escenario a De La Sota en plena campaña electoral.
Todo, a pesar de que el grueso del público de “La Mona” es el mayor perjudicado por el código de faltas que implemento el delasotismo.
Hasta un barrio, de esos que llevan a los pobres lo más lejos posible del centro, se llama “Ciudad de los Cuartetos”, allí las calles llevan nombres de cantantes de ese ritmo, y hay monumentos que los honran.
Quizás demasiado homenaje, más si tenemos en cuenta que en el Barrio René Favaloro, no hay ni un busto que recuerde al cardiólogo argentino de prestigio mundial. En esas cosas el gobierno provincial marca sus prioridades.
Un ritmito sin mayores pretensiones, que solo sirve para distraer a la gente, parece ser más importante que haber inventado el BY PASS, que salvó millones de vidas.
SEGUNDA PARTE
El circo primero que todo. Es el sello indiscutible de la administración delasotista. Que en eso se parece mucho al cuarteto, ambos son pura cáscara y nada de contenido.
En los carnavales cuarteteros De La Sota montó un megaevento, con cuartetodromo incluido, porque al gobernador le encanta todo lo brasileño, si a veces parece un eterno embajador de Córdoba en Brasil, o de Brasil en Córdoba depende como se le den los negocios.
En ese circo autóctono, que significó un gasto monstruoso, desfilaron las, muy bien pagadas, bandas del rubro ante un De La Sota que parecía un Cesar en el palco, sonriente para las cámaras de TN, y rodeado de la incatalogable Niña Loly, o Mateyco.
El fastuoso carnaval que se hizo en nombre de la identidad cordobesa, no es otra cosa que un montaje hecho para ser visto por los porteños, para que crean que un cordobés es solo un tipo que le gusta el rally, baila cuarteto y dice “culiau” cada dos palabras.
Hay una intención explícita del gobierno provincial de querer achatar todo lo cultural en el cuarteto, que funcione como una aplanadora, donde desaparezcan otras partes de la identidad cordobesa.
La razón es obvia ni el cuarteto ni sus artistas son contestatarios. Es más; ven un peso y se tiran de palomita, aunque eso implique cantar para Angeloz, Mestre, Menem, Kammerath o el que sea.
La lamentable consecuencia de ser solo pro cuarteto quedó demostrada este verano en los festivales.
En Cosquín ninguna de las primeras figuras era de Córdoba.
Había porteños, santiagueños, salteños, riojanos, pero cordobés ninguno. Lo mismo en el Cosquín rock.
Esto pasa porque no se difunden artistas cordobeses que hacen otros géneros musicales, hay folcloristas, rockeros, trovadores, pero no tienen lugares para actuar o ensayar, y menos aún recursos para grabar y ni qué hablar de que le difundan su música por Condena 3, radio que sostiene el pueblo de Córdoba con sus impuestos.
Sería mejor que los cuartetos paguen los impuesto para que Córdoba goce de una verdadera diversidad musical que nos salve del mono ritmo adonde nos quieren arrear.
¿ Hasta dónde llegará De La Sota con su cuarteterismo ?, ¿ Se vendrá una Agencia Córdoba Cuarteto ?, ¿ o se incluirá al tunga tunga como materia obligatoria en los ya empobrecidos planes de estudio ?.
¿ HASTA DONDE LLEGARÁ EL CUARTETERISMO DEL GOBERNADOR DE LA SOTA… ¿ SE INCLUIRÁ EL TUNGA TUNGA COMO MATERIA DE ESTUDIO EN LAS ESCUELAS DE LA ISLA CORDOBESISTA ? ESCRIBE: MARTIN MENDITTO
Resulta desmedida esta extraña fascinación que ahora tiene De La Sota por el cuarteto.
Lo festeja con faraónicos carnavales, siembra estatuas de los próceres del tunga tunga dondequiera que haya un lugarcito.
Al negocio cuartetero, que genera millones de pesos por fin de semana, el gobernador insólitamente lo eximió de algunos impuestos, siendo los mayores beneficiados el clan de Emeterio Farías, actual presidente de Córdoba Deportes, y Carlos “La Mona” Jiménez, un cantante oficialista que subió a su escenario a De La Sota en plena campaña electoral.
Todo, a pesar de que el grueso del público de “La Mona” es el mayor perjudicado por el código de faltas que implemento el delasotismo.
Hasta un barrio, de esos que llevan a los pobres lo más lejos posible del centro, se llama “Ciudad de los Cuartetos”, allí las calles llevan nombres de cantantes de ese ritmo, y hay monumentos que los honran.
Quizás demasiado homenaje, más si tenemos en cuenta que en el Barrio René Favaloro, no hay ni un busto que recuerde al cardiólogo argentino de prestigio mundial. En esas cosas el gobierno provincial marca sus prioridades.
Un ritmito sin mayores pretensiones, que solo sirve para distraer a la gente, parece ser más importante que haber inventado el BY PASS, que salvó millones de vidas.
SEGUNDA PARTE
El circo primero que todo. Es el sello indiscutible de la administración delasotista. Que en eso se parece mucho al cuarteto, ambos son pura cáscara y nada de contenido.
En los carnavales cuarteteros De La Sota montó un megaevento, con cuartetodromo incluido, porque al gobernador le encanta todo lo brasileño, si a veces parece un eterno embajador de Córdoba en Brasil, o de Brasil en Córdoba depende como se le den los negocios.
En ese circo autóctono, que significó un gasto monstruoso, desfilaron las, muy bien pagadas, bandas del rubro ante un De La Sota que parecía un Cesar en el palco, sonriente para las cámaras de TN, y rodeado de la incatalogable Niña Loly, o Mateyco.
El fastuoso carnaval que se hizo en nombre de la identidad cordobesa, no es otra cosa que un montaje hecho para ser visto por los porteños, para que crean que un cordobés es solo un tipo que le gusta el rally, baila cuarteto y dice “culiau” cada dos palabras.
Hay una intención explícita del gobierno provincial de querer achatar todo lo cultural en el cuarteto, que funcione como una aplanadora, donde desaparezcan otras partes de la identidad cordobesa.
La razón es obvia ni el cuarteto ni sus artistas son contestatarios. Es más; ven un peso y se tiran de palomita, aunque eso implique cantar para Angeloz, Mestre, Menem, Kammerath o el que sea.
La lamentable consecuencia de ser solo pro cuarteto quedó demostrada este verano en los festivales.
En Cosquín ninguna de las primeras figuras era de Córdoba.
Había porteños, santiagueños, salteños, riojanos, pero cordobés ninguno. Lo mismo en el Cosquín rock.
Esto pasa porque no se difunden artistas cordobeses que hacen otros géneros musicales, hay folcloristas, rockeros, trovadores, pero no tienen lugares para actuar o ensayar, y menos aún recursos para grabar y ni qué hablar de que le difundan su música por Condena 3, radio que sostiene el pueblo de Córdoba con sus impuestos.
Sería mejor que los cuartetos paguen los impuesto para que Córdoba goce de una verdadera diversidad musical que nos salve del mono ritmo adonde nos quieren arrear.
¿ Hasta dónde llegará De La Sota con su cuarteterismo ?, ¿ Se vendrá una Agencia Córdoba Cuarteto ?, ¿ o se incluirá al tunga tunga como materia obligatoria en los ya empobrecidos planes de estudio ?.
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